Oh, mis Tres, mi Todo, mi Bienaventuranza, Soledad infinita, Inmensidad donde me pierdo
San Pablo nos habla
Te encargo que guardes este mandato sin mancha ni reproche hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo, la cual Dios a su debido tiempo hará que se cumpla.
Al único y bendito Soberano,
Rey de reyes y Señor de señores,
al único inmortal,
que vive en luz inaccesible,
a quien nadie ha visto ni puede ver,
a él sea el honor y el poder eternamente. Amén.
(2 Tim 6,14-16)
La Elevación de Santa Isabel
“Oh, mis Tres, mi Todo, mi Bienaventuranza, Soledad infinita, Inmensidad donde me pierdo, me entrego a Vos como una presa. Encerraos en mí para que yo me encierre en Vos, en espera de ir a contemplar en vuestra luz el abismo de vuestras grandezas.”
Oración Final
¡Oh! Santa Isabel,
en tu gran amor a Dios,
estabas siempre tan próxima
de las necesidades de tus amigos.
Ahora, ya que estás en el Cielo
delante de la faz del Señor,
intercede cerca de El
en favor de las intenciones que te recomendamos.
Formular aquí su deseo
Enséñanos, en la fe y en el amor,
a vivir con la Santísima Trinidad,
en lo más profundo de nuestro corazón.
Enséñanos, como tú,
a irradiar el amor de Dios a los hombres,
en nuestra vida de cada día,
para ser una alabanza de su Gloria.
Rezar lentamente: Padre Nuestro…
y tres veces Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo…

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