Oh Cristo mío amado, crucificado por amor, quisiera ser una esposa para vuestro Corazón
San Pablo nos habla
En esto me regocijo, sí, y me regocijaré. Porque sé que esto resultará en mi liberación mediante vuestras oraciones y la suministración del Espíritu de Jesucristo, conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado, sino que con toda confianza, aun ahora, como siempre, Cristo será exaltado en mi cuerpo, ya sea por vida o por muerte. Pues para mí, el vivir es Cristo y el morir es ganancia. Pero si el vivir en la carne, esto significa para mí una labor fructífera, entonces, no sé cuál escoger, pues de ambos lados me siento apremiado, teniendo el deseo de partir y estar con Cristo, pues eso es mucho mejor. (Fil 1,18-23)
La Elevación de Santa Isabel
“Oh Cristo mío amado, crucificado por amor, quisiera ser una esposa para vuestro Corazón, quisiera cubriros de gloria, quisiera amaros… hasta morir de amor. Pero siento mi impotencia…”
Oración Final
¡Oh! Santa Isabel,
en tu gran amor a Dios,
estabas siempre tan próxima
de las necesidades de tus amigos.
Ahora, ya que estás en el Cielo
delante de la faz del Señor,
intercede cerca de El
en favor de las intenciones que te recomendamos.
Formular aquí su deseo
Enséñanos, en la fe y en el amor,
a vivir con la Santísima Trinidad,
en lo más profundo de nuestro corazón.
Enséñanos, como tú,
a irradiar el amor de Dios a los hombres,
en nuestra vida de cada día,
para ser una alabanza de su Gloria.
Rezar lentamente: Padre Nuestro…
y tres veces Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo…

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